Adaptar los esfuerzos de capacitación de los empleados a la misión, metas y objetivos macro de la empresa.
Mediante el uso de un PDI, los gerentes desarrollan una mejor comprensión de las metas profesionales, las fortalezas y de lo que necesitan mejorar sus empleados. Por lo tanto, es una forma eficiente de analizar de manera realista a los miembros del equipo.
El empleado asume una mayor responsabilidad personal y control sobre el progreso de su carrera, ¡aunque, por supuesto, el seguimiento del gerente es indispensable!
Proporcionar un mecanismo sistemático para identificar y averiguar lo que es necesario desarrollar y fortalecer, es decir, fortalezas y debilidades.
El empleado puede trazar un plan de carrera, para identificar los nuevos conocimientos, las habilidades y competencias que debe perseguir. Así como también las actividades de aprendizaje necesarias para lograr los objetivos establecidos.
Ayudar a planificar la capacitación, los cursos y la tutoría apropiados.
Hacer que el empleado se sienta más cómodo con su camino (y su futuro) en la empresa.
Disminuir la tasa de rotación de la empresa, que siempre es un tema complicado y muy costoso.